martes, 11 de septiembre de 2007

Autores, Imagineros, Artistas relacionados con la Hermandad

VÍCTOR DE LOS RÍOS

Víctor de los Ríos nace en la villa marinera de Santoña(Cantabria), el 28 de Marzo de 1.909, sus padres, Enrique de los Ríos Castillo y Joaquina Campos Mateo, tuvieron cuatro hijos: José, Luz, Víctor y Gloria. Sus primeros años transcurren en conformidad al entorno familiar y laboral de su padre, funcionario de prisiones del penal de "El Dueso" (Santoña)

A los 16 años de edad realiza sus primeros retablos modelados y tallados en madera. La muerte de su padre en Elche, el 18 de Enero de 1.927 , siendo ya jefe de prisiones, es determinante en la vida de Víctor de los Ríos.

Emprende sus estudios artísticos en los prestigiosos talleres de Enrique Sierra, Martínez Otero y Francisco Madurell. Su primer encargo es la ornamentación de la Iglesia madrileña de las Carmelitas, en cuya tarea destaca el púlpito con altorrelieves.

Durante la contienda civil estuvo exiliado en Suiza, regresando en 1.939 e instalándose en Madrid. El 7 de enero de 1.939 contrae matrimonio con Catalina Llamazares Fernández, prestigiosa dama leonesa. Fruto de esta unión será su hijo Jesús, ya fallecido.

En su vida artística influyen decisivamente las figuras de Jacinto Benavente (su padrino artístico) y su tío Víctor Martínez (Casado con Pilar de los Ríos Castillo), pintor afincado en Montevideo y luego en Madrid, así como su clara admiración por la obra de Juan de Juni y de Gregorio Fernández. Es poseedor de multitud de distinciones y condecoraciones, entre las que destacan las logradas en diversos concursos: Exposición Nacional de Estampas de la Pasión (oro, plata y bronce); diploma del Congreso Nacional de Deportes; premio internacional del Arte Sacro de Venecia; Medalla de plata al Mérito Turístico, (1966); León de Oro de la Ciudad de León...

En 1.949 es nombrado Académico de la Real de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría de Sevilla, siendo fundador de los Talleres de San Fernando de la Diputación de Madrid, son cuantiosas las misiones artísticas
encomendadas por el Ministerio de Asuntos Exteriores. Su prodigiosa gubia creó multitud de obras, calculadas en unas 600, en sus sucesivos estudios madrileños de Almagro, Ríos Rosas y Vitrubio, sin olvidar los leoneses de Puerta Castillo y La Cenia(Villómar).

Víctor de los Ríos es un archivo de acontecimientos de nuestro país en las últimas décadas. Sus continuas estancias en el extranjero y en diversos lugares de nuestra geografía nacional, hacen de él un testigo cualificado de los acontecimientos culturales de la España de la posguerra.

A la maestría técnica unía la verdad histórica. No le bastaba hacer tallas hermosas, expresivas, que parecen esperar el momento de comenzar a hablar, sino que plasmaba las figuras tal y como eran los tipos representados, con el reflejo de sus cualidades históricas, con el ambiente en que vivían, con la huella de sus virtudes y defectos.

Pero D. Víctor de los Ríos,sí que dejó su huella artística en nuestra ciudad, y más aún en nuestra Hermandad. Él fue uno de los artífices de la renovación de gran parte de nuestra imaginería.

La primera obra que realiza en Nuestra Ciudad fue la Santa Cena Sacramental y D. Víctor de los Ríos deseaba que ésta fuera comprendida y aceptada por los linarenses ante su peculiar forma de aunar la profunda interpretación de la imaginería religiosa del Siglo de Oro con su moderno sentido de la escultura. Cuando entregó su obra, todos quedaron sorprendidos ante tan alto valor estético y religioso. Víctor de los Ríos halló en Linares su propio ambiente.

(Texto que a continuación se expone sacado de Cruz de Guía, autor, D. Alberto López Poveda.)

El legado artístico-religioso de Víctor de los Ríos a nuestra Semana Santa podemos condensarlo en un breve apunte no por sencillo menos elocuente:

SANTA CENA SACRAMENTAL (DEL SUR)

Como ya se ha dicho, esta obra supone una aportación artística de un alto valor estético y religioso tampo para nuestra Hermandad como para toda la ciudad de Linares. Se nos ofrece un Cristo dulce dando por vez primera el pan Divino de la Eucaristía . Los apóstoles se definen por el brillo de sus ojos y por la Nobleza de sus gestos. Estas figuras apostólicas rodean armónicamente a un Cristo iluminado por la grandeza del instante captado por el artista. Esta magistral obra, llamada "Santa Cena del Sur" es capaz, por sí sóla de inmortalizar una procesión. Además, el prestigio y grandeza de esta obra es reconocido a nivel nacional e incluso internacional.

ÁNGEL CUSTODIO

Porta un cáliz en su mano, también obra de este fabuloso artista.

Además el artista ha realizado las siguientes obras en Nuestra Ciudad:

  • JESÚS NAZARENO
  • SAN JUAN EVANGELISTA
  • CRISTO DE LA PENITENCIA
  • EL DESCENDIMIENTO DEL SEÑOR
  • CRISTO RESUCITADO
  • NUESTRA SEÑORA DEL AMOR HERMOSO

Esta es, en síntesis la aportación valiosa del escultor a nuestra Semana Santa. Linares venera en sus capillas, templos y calles las obras realizadas por Víctor de los Ríos. Al acercarnos a ellas, con los ojos limpios, interpretamos con facilidad lo que el artista expresa. Las manos creadoras de su autor supieron darnos la intimidad y el sentimiento en una generosa ofrenda en la que se conjuga la devoción y el arte. Sean estas líneas, que pretenden glosar la grandeza de su obra legada, un sincero testimonio de admiración, de agradecimiento y cariño.


LUIS ÁLVAREZ DUARTE


Nace en Sevilla en 1950. Nos encontramos ante el que quizás deba considerarse como el más brillante de los imagineros de la generación actual. Su primera obra la realiza para la Iglesia de su barrio, pero la imagen que le abre las puertas como escultor fue la Virgen de Guadalupe. Su aparición viene aureolada por un suceso digno de las mejores leyendas del Siglo de Oro, si no fuera porque, ocurría en nuestros días, sabemos que no es leyenda, sino realidad. En la tarde del 26 de febrero de 1.973, un incendio fortuito, producido por unas velas, dañó levemente la Imagen del Cristo del Cachorro, pero destruyó por completo la de María Santísima del Patrocinio, que era una obra del Siglo XVII, atribuida a Cristóbal Ramos. Entonces, se alzó la voz de un joven artista, que por su edad podría ser un aprendiz de escultor. Tras ésto, Álvarez Duarte dijo: "Yo haré una nueva imagen del Patrocinio", con esta hazaña , el genial artista quedó consagrado como imaginero, realizando numerosas imágenes para toda la geografía española. La característica de las obras de Álvarez Duarte es la vitalidad y la nobleza que respiran sus imágenes.

En Nuestra Hermandad:

Nuestra Señora de la Paz

En la Semana Santa Linarense:

Nuestra Señora de la Alegría (Borriquilla)













Nuestra Señora de los Dolores (Rescate)
















Nuestra Señora de la Amargura (Columna)

GUILLERMO FRANCOSO GONZÁLEZ


Antecedentes del paso de la Santa Cena

El joven linarense Guillermo Francoso, cuando se presentó y se comprometió a realizar el
trono de la Santa Cena, solo contaba con 25 años de edad y una vez que le encargaron el trabajo, tenía que buscarse un taller que estuviera dispuesto a colaborar en dicho proyecto.

Esto sucedió en 1955, cuando un entusiasta y emprendedor grupo representativo del Comercio de Linares, encabezados por el Juez D. José Córdoba, titular del Juzgado de linares, decidieron su reorganización , comenzando con la aprobación de los Nuevos Estatutos, que serían aprobados ese mismo año.

Las imágenes decididamente las haría el escultor Víctor de los Ríos, aunque para construir el trono, las miradas estaban puestas en Úbeda, pero fue cuando ese joven atrevido de 25 años, le dijo a D. José Córdoba: "Yo quiero hacer ese trono para la Santa Cena" y en ese acto, Francoso, le enseñó apuntes, referencias y fotos de
un trono diseñado y tallado por él, en el taller de un amigo, Simón Rayo, que era para María Santísima de los Dolores, de la Real Hermandad del Rescate.

A los pocos días, el Sr. Córdoba, le solicitó a Francoso que realizara un diseño del trono lo más detallado posible y para atenerse a las medidas tuvo que realizar un viaje a Madrid, al estudio de Víctor de Los Ríos, para tomar personalmente las medidas de la Base de las Imágenes. Y empezó a trabajar en el trono en los talleres de D. José García. Al final, la madera llegó a Linares, en concreto al taller del Sr. García, empezando a trocearla y a prepararla, y dejarla lista para tallarla, y otra madera se enviaba a la casa de un tornero, para tornear las columnas, y después tallarlas.

Guillermo Francoso, en la realización de dicho trono, echaba 15 o 16 horas diarias, incluyendo Domingos y Festivos.

Una vez tallado y terminado un costado del trono, se presentó al público en el escaparate del comercio "La Verdad" durante Semana Santa.

Al año siguiente ya estaba prácticamente terminado, trasladando los paneles desde el taller del Sr. García, hasta el local de la Báscula Municipal, situada en la calle Tetuán, para montarlos definitivamente los paneles y las bases de las imágenes, sobre el chasis rodante y finalmente las imágenes.

El Domingo de Ramos, todo estaba preparado, aunque el Sr. Francoso, se tiró toda la noche del sábado sin dormir, terminando la última pieza. entonces, el Sr. Francoso se quedó enmudecido cuando vio que Víctor de los Ríos estaba atentando ante la colosal obra..

D. Víctor tenía un martillo en la mano , con el que había roto los remates superiores del trono, pues al parecer, D. Víctor quiso que las figuras que él había realizado se colocaran sobre una peana, pero como ya no había tiempo, y tuvo la idea de quitar esos remates ya que, a su entender, impedían la visión de los pies de las imágenes.

Con su actitud, D. Víctor de los Ríos destrozó los sueños y proyectos de un gran artista , hasta el punto de que Francoso se prometió a sí mismo no volver a hacer ningún trono para Linares. Esta promesa, en cambio, no llegó a ser cumplida, gracias a Dios, ya que este artista realizó espectaculares obras después, como el magnífico trono de Ntro. Padre Jesús Nazareno, de Linares.